La compra de bolsas de papel Kraft biodegradables contribuye significativamente a la reducción de la cantidad de residuos plásticos no biodegradables que se acumulan en los océanos, ríos y playas. Estas bolsas se descomponen naturalmente en los suelos, lo que significa que no se acumulan durante años, contribuyendo así a la conservación de los ecosistemas. Además, al no ser plásticos, no contienen materiales tóxicos en su fabricación, lo que significa que no emiten gases de efecto invernadero.