La silicona es un material termoplástico con propiedades adhesivas excepcionales. Esto significa que la silicona se vuelve blanda al calentarse y endurece al enfriarse. Estas propiedades le permiten adherirse a una variedad de superficies, desde vidrio hasta plástico, metal y madera. La silicona se puede aplicar en una capa fina sobre una superficie y, una vez seca, forma un sello resistente al agua y a la humedad. Además, es un adhesivo con resistencia a la temperatura y a las vibraciones, lo que lo hace ideal para diversas aplicaciones tanto domésticas como industriales.