La educación sensorial es una parte importante del desarrollo de los niños, ya que les ayuda a desarrollar habilidades que les permiten interactuar con su entorno de forma segura y efectiva. Estas habilidades sensoriales les ayudan a desarrollar una mayor consciencia de su entorno, lo que les ayuda a tomar mejores decisiones. Esto les permite tomar decisiones razonadas sobre los estímulos que reciben, como el sonido, la luz, el olor, el gusto y el tacto. Estas habilidades les ayudan a los niños a desarrollar una comprensión más profunda de su entorno, lo que puede mejorar significativamente su educación. Además, la educación sensorial puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades de autoestima y autoeficacia, lo que les ayuda a sentirse seguros y confiados en su entorno. Esto puede ayudar a los niños a desarrollarse de forma saludable, lo que les ayudará a tener una vida más satisfactoria.