Los contenedores de baja y mediana capacidad son esenciales para cumplir con las regulaciones ambientales y para mantener un entorno limpio y saludable. Estos contenedores permiten almacenar y eliminar los residuos de una manera segura y eficiente, lo que ayuda a reducir la contaminación ambiental y a prevenir posibles desastres naturales. Además, avalan la responsabilidad social y el compromiso de las empresas con la sostenibilidad. Estos contenedores también ayudan a ahorrar costos, ya que permiten a los usuarios reciclar los materiales reciclables.