El desarrollo de la motricidad fina a través de los juegos educativos y didácticos es una herramienta valiosa para ayudar al niño a desarrollar habilidades manuales importantes. Estas habilidades incluyen la capacidad de controlar la fuerza y la dirección de los movimientos finos de los dedos, manos y brazos, así como la capacidad de coordinar y controlar movimientos oculares y musculares. Estas habilidades manuales son fundamentales para el aprendizaje, la creatividad y la participación social. En particular, los juegos educativos y didácticos que implican desplazar objetos ayudan al niño a desarrollar habilidades finas, como la destreza y la capacidad de manipulación de objetos pequeños. Esto puede ser muy útil para tareas como escribir, abrochar botones, usar palillos y usar herramientas básicas.