Los lápices de colores de iniciación son una excelente herramienta para aprender a dibujar, sobre todo para los niños, debido a que ofrecen una variedad de colores vivos, amigables para los ojos y fáciles de manejar. Estos lápices tienen cantidades de pigmento adecuadas, lo que permite que el color se desarrolle de forma uniforme y con una gran intensidad. Esto ayuda a los principiantes a mejorar su destreza y a desarrollar un mejor control de la pincelada. Además, estos lápices son muy resistentes al desgaste, lo que significa que los colores no se desvanecerán fácilmente al pasar el tiempo. Esto le da a los niños la oportunidad de experimentar con diferentes técnicas de dibujo sin tener que preocuparse por la durabilidad de los lápices.