Las etiquetas de colores son una excelente herramienta para organizar documentos en el trabajo o en la oficina. Estas etiquetas permiten diferenciar entre varios documentos de manera clara y rápida, lo que resulta ideal para aquellos que tienen que trabajar con una gran cantidad de información. Además, ayudan a mantener la organización, lo que resulta útil para aquellos que tienen que gestionar archivos de manera eficiente. Estas etiquetas también pueden ser utilizadas para indicar la prioridad de los documentos, lo que resulta útil para ahorrar tiempo al buscar información. Esto contribuye a mejorar la productividad y a reducir el estrés al buscar documentos.